Como objetivo fundamental, el proyecto plantea aumentar la resiliencia ante los efectos del cambio climático en comunidades y ecosistemas costeros, mediante la implementación de la Adaptación Basada en Ecosistemas (ABE), la creación de capacidades de la comunidad local para la adaptación y la integración de ABE dentro de la planificación local y nacional para la gestión costera.

La recuperación y el fortalecimiento de los servicios del humedal costero (fundamentalmente manglares y bosques de ciénaga) permitirán disipar la energía del oleaje extremo y fuertes vientos, así como mejorar la disponibilidad y calidad del agua y disminuir los riesgos asociados a este recurso (sequías, inundaciones, salinización de agua y suelo). A esto se le conoce como adaptación basada en el ecosistema (ABE). Los impactos de las acciones de rehabilitación serán identificados mediante el monitoreo integral sobre la calidad del agua potable, la calidad del agua marina y sobre los ecosistemas marino y costeros (pastos marinos y arrecifes) aledaños.

El proyecto tiene un alcance nacional y abarca 7 provincias, 24 municipios y 7 asentamientos costeros y se propone establecer acciones de adaptación costera en las áreas de intervención, así como que la experiencia pueda ser replicada a otras zonas costeras del país a mediano y largo plazo. Las áreas de intervención del proyecto están definidas por dos tramos comprendidos entre las provincias Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque (Tramo 1) y los de Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas y Granma (Tramo 2), con un total de 1, 3 millones de beneficiarios.