El candidato demócrata, Joe Biden, ha prometido redefinir el papel de Estados Unidos como líder climático global si es elegido presidente el 3 de noviembre. En marcado contraste con el presidente Donald Trump, Biden se ha comprometido a reunirse con el Acuerdo de París y a trabajar con otros países para reducir emisiones.

Bajo la administración de Trump, Estados Unidos inició el proceso para retirarse del Acuerdo de París y revirtió gran parte del progreso logrado bajo el expresidente Barack Obama. Trump ha presidido un retroceso sin precedentes de las regulaciones ambientales y se ha retirado de numerosos acuerdos y tratados internacionales. La producción de petróleo crudo y gas natural ha aumentado significativamente, con Trump comprometido a “desatar el dominio energético “.

Así las cosas, la presidencia de Biden sería un cambio positivo con respecto a Trump, pero no está claro si su administración sería transformadora para la diplomacia climática de Estados Unidos.

Biden se reincorpora a París

Lo que Biden ha dejado claro es que Estados Unidos volverá a entrar en el Acuerdo de París el primer día de su administración. Este es un primer paso necesario. Estados Unidos se uniría a todos los demás países del mundo en su camino para limitar el aumento de la temperatura promedio global a 2°C.

En su plan de política exterior, Biden ha prometido que Estados Unidos liderará con el ejemplo para “asegurar compromisos exigibles que reducirán las emisiones en el transporte marítimo y la aviación mundial”. Biden ha señalado a China y se ha comprometido a presionar a esa nación para que deje de subsidiar las exportaciones de carbón y de subcontratar sus contaminantes a través de proyectos cuestionables de combustibles fósiles.

La administración de Biden comenzaría a coordinarse de inmediato con otros importantes emisores de gases de efecto invernadero para prevenir las peores consecuencias del cambio climático, y propone convocar una cumbre mundial en los primeros 100 días para aumentar la ambición en las promesas climáticas. El secretario de prensa de la campaña, Jamal Brown, dijo que una administración de Biden presionaría a los países para que aumenten sus objetivos climáticos internos y se aseguren de que los compromisos sean “transparentes y ejecutables”.

Una presidencia de Biden también tendría importantes ramificaciones para el financiamiento climático internacional. Bajo el liderazgo de Obama, Estados Unidos se comprometió a transferir $3 mil millones al Fondo Verde para el Clima. Lamentablemente, Trump ha incumplido los últimos $ 2 mil millones de ese compromiso. Biden volvería a comprometer a Estados Unidos con este fondo, aunque su equipo no ha proporcionado detalles.

Para muchos, el camino hacia el restablecimiento de la legitimidad en el escenario mundial debe comenzar con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel nacional.

Si gana Biden, se espera que Estados Unidos presente una Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) más ambiciosa para el Acuerdo de París. La primera NDC, que se presentó en 2016 bajo Obama, compromete a Estados Unidos a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero del 26 al 28 por ciento para 2025 desde sus niveles de 2005.

Tomado de:  www.larutadelclima.org (Foto: Gage Skidmore)

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